
Él movía violentamente su lengua dentro de mi boca, deslizó sus manos sobre mi barbilla y acarició mi nuca. Podía sentir la textura de sus manos, estaban húmedas y calientes; eran muy distintas a mis delgadas manos.
Nuestros labios humedecidos, su lengua en mi boca, sus manos en mi nuca y su respiración tan caliente que casi parecía húmeda, todos mis sentidos se sentían tan abrumados que casi me desmayo. Podía sentir el dulce aroma de sus feromonas que ingresaban y se derretían en mi boca, era un sabor extremadamente dulce.
-Ah, ah
La saliva escurría por nuestros labios al tratar de respirar. Traté de apartarlo, lo empujé, pero fue una acción inútil. Su pecho se sentía tan duro como un enorme muro de piedra que no podía ser demolido por mi poca fuerza. Su cuerpo que se pegaba a mí con tanta fuerza era grande y musculoso.
¿Este es Do-ha?
-Eres tan delicioso. -De sus labios salió un susurro y de nuevo pegó sus labios a los míos e hizo que mis hombros temblaran.
Como pude respiré, mientras de mi boca escapó un pequeño sollozo. Sus manos seguían deslizándose como una serpiente rozando todo mi cuerpo, cada parte que tocaba la encendía, mientras que nuestros labios no paran de besarse insistentemente.
Todo mi cuerpo hormigueaba. Fue tan doloroso. Hacía tanto calor, sudaba, el aire frío que se colaba me puso la piel de gallina. En ese momento se desbordaban todo tipo de sensaciones indescriptibles.
Todo era nuevo para mí.
-Eres la cosa más dulce. -Salió otro susurro de tono bajo.
Sus labios, que se pegaban tenazmente y masticaban los míos. En un instante, cedí y mis manos cayeron. Sentía como si fuera a morir. Mis labios empapados, estaban todos hinchados y calientes. El temblor intermitente en mi cuerpo continuó sin cesar. Él enterró su mirada en mí. Extendió sus manos y limpió mis ojos húmedos.
–Tienes esta apariencia y ni siquiera he comenzado.
No iba a ser tan estúpido y preguntar qué seguía, incluso sin experiencia alguna sabía que es lo que iba a continuar. Mis ojos estaban tan húmedos que él siguió acariciándome, tratando de limpiarme.
-Si hago algo peor, ¿realmente llorarás?
Escuché el sonido de unos engranajes, no tenía idea de dónde me encontraba. Él se levantó, frunció el ceño y se quitó el cinturón de seguridad. Pensé que debía salir del auto, así que me volteé, abrí la puerta con intenciones de salir.
-Baja.
¿Dónde estoy?, cuando estaba a punto de preguntarle ¡Guau! Escuché el ladrido de un perro. Levanté la cabeza y vi el garaje de una gran casa.
-Disculpa, él siempre se aferra a mí, incluso he tratado de apartarlo, pero todo es inútil, les advertí a los criados que no lo dejaran andar por allí libremente. -Estaba bastante asombrado, no esperaba que un perro me ladrara inmediatamente después de bajarme el auto.
¿Cómo no iba a sorprenderme si ni siquiera sabía dónde estaba?
No debí subirme al auto, debí hacerle caso al doctor y mantener mi inhibidor cerca. Si solo hubiera hecho caso todo esto no me estaría pasando,
¿Será que él piensa que no tomé mi inhibidor para poder seducirlo? De verdad quería desaparecer en ese momento.
-Si gustas, puedes volver a entrar.
El intentó volver al coche, así que lo seguí, pero en un instante mis piernas perdieron fuerzas, me tambaleé y Do-ha corrió para sujetarme. Me agarró con fuerza de la cintura y me apoyó en él.
-Estás tan débil y empapado por un simple beso.
Era evidente.
Él tocó y frotó mis nalgas. Toda la parte inferior estaba tan mojada que incluso la ropa se pegaba de manera desagradable, aunque no fue solo por el beso, mi ropa interior ya estaba mojada mucho antes de eso.
-Ah. -Un gemido salió de mi boca mientras él apretaba insistentemente mi cintura, también sentía como sus dedos rozaban mis nalgas y hacía que éstas temblaran. Mi agujero se encendía y humedecía cada vez más.
Era una sensación abrumadora.
-Ah, ah, ah… No lo hagas… Este, ese lugar… Ah, ah. -Mi cuerpo temblaba como loco así que tuve que aferrarme a él.
Independientemente de mi voluntad, mi espalda y caderas se balanceaban desagradablemente. Mi trasero tembló y me provocó una erección, se sentía como si mi pene estallara. Estaba sumergido en un charco de feromonas, por lo que me excitaba a la mínima estimulación.
Ya no aguanto, me estoy volviendo loco.
Me daba miedo ya que él dijo que ni siquiera había empezado y yo ya estaba fuera de razón. Pensé en salir corriendo, pero no podía ni siquiera caminar.
-Estás a punto de llorar verdad, ¿me dejarás escuchar el hermoso sonido de tu llanto? –Su susurro en mi oído fue realmente irritante, pero aun así un sollozo salió de mi boca.
– Ah, Ugh. -Perdí los estribos y lloré, de repente mi cuerpo se derrumbó, pero Baek Do-ha me abrazó y me escuchó tranquilamente. Ninguno de los dos emitió palabra. Pegado a él sentí como su cuerpo y el mío se fundían en calor.
Cuando me abrazó y me cargó, los ladridos del perro se hicieron más fuertes. Mis lágrimas seguían derramándose, mi visión se volvió borrosa, pero aún pude ver a dos perros grandes atados en una esquina de un gran jardín. Eran dos perro de raza dóberman gigantes, recordé que conocí a dos perros parecidos en la fiesta de la nobleza británica hace un año.
No estoy seguro si ladran de alegría por ver a su dueño o porque saben que soy un extraño.
Después de escucharlos, sentí que atravesó el inmenso jardín y llegó a la casa, ingresó sin siquiera quitarse los zapatos.
Mi pecho cada vez pesaba más, no podía respirar adecuadamente, no sabía hacia dónde íbamos.
En un momento me bajó, sentía una textura bastante esponjosa. Parecía estar sobre una cama.
– ¿Te puedes quitar la ropa? -Mi mente estaba en blanco, él se quedó viéndome sin parpadear. Todo estaba en silencio.
Este es el dormitorio de Baek Do-ha y me está ordenando que me quite la ropa con la intención de tener sexo conmigo.
¿Qué está pasando? Él piensa que yo lo quiero hacer ¿En verdad tendré sexo con este tipo?
El miedo que había olvidado de repente apareció de nuevo. Era espeluznante. Sus feromonas estaban llenando el dormitorio y estaban haciendo que mi cuerpo se desvaneciera. Sus ojos me miraban con deseo, casi como perdiendo la paciencia. Todo estaba tan limpio. Mientras que él estaba allí parado esperando a poder atacar.
Me sentía como si yo fuera la presa de este cazador. Estaba allí de pie con esas feromonas que hacen que cualquiera se aleje del miedo.
Él era como un cazador esperando ver caer a su presa.
Sus feromonas ingresaban suavemente en mí. Reacciono a cada toque, a cada palabra, esto me molesta tanto… Él hace conmigo lo que quiere. Él está acostumbrado a hacer todo que quiere, es un hombre que nunca se ha doblegado ante nadie, me molesta tanto ser tratado como una presa.
Incluso en esta situación en la que estoy embriagado de feromonas, el miedo no se desvanece. En el momento en que me dejé llevar por mis deseos definitivamente caí en manos de este hombre.
– ¿Te sientes mal? ¿No quieres hacer nada conmigo? Te lo advertí, no he comenzado aún. -Su voz tenía un tono alto, estaba bastante excitado. De pronto sentí como una ráfaga de viento frío me provocó escalofríos, me acurruqué mientras sostenía mi camisa. Sus ojos fijos en mí, me miraban de una forma molesta.
-Miedo… -Con una voz temblorosa respondí, las cejas oscuras de Baek Do-ha se elevaron en señal de duda.
– ¿Qué diablos? ¿Tienes miedo de hacerlo conmigo? ¿Crees que no te trataré con cuidado?
-Yo… realmente estoy luchando con todas mis fuerzas para poder resistirme, porque una persona como yo no es adecuada para ti. Yo no valgo nada… Tengo miedo de no poder ser suficiente para ti. Yo trataré de aguantar todo lo que pueda. Pensarás que soy patético, pero he pasado por mucho y me he quedado sin nada. Sé que personas como tú que lo han tenido todo, puede que no comprendan mis miedos.
-Para mí tú vales mucho, no veo la razón del por qué me tienes miedo. -Baek Do-ha, cortó mis palabras con un tono arrogante. Pareciera como si no quisiera que hablara más sobre mi patética existencia.
– ¿Estás insinuando que no puedes gustarme? –Mi visión estaba distorsionada, así que solo veía que él tenía una expresión molesta.
-¿No soy de tu agrado? O ¿Simplemente no quieres tener sexo?
¿Por qué cambió de tema?, esto no se trata de si me desagrada o no.
-No, no es así.