
Episodio 10.2
Cuando ingresé a la entrada del casino donde se encontraban coloridas plantas artificiales hechas de vidrio coloreado, flores artificiales de papel y esculturas de animales de mármol, sentí como si hubiera entrado en un mundo diferente. Quizás lo mismo sucedía con la mayoría de los visitantes.
Las personas se vestían con sus mejores artículos de alta gama bajo las luces cegadoras y llamativas, bebiendo alcohol o fumando cigarrillos y gastando su dinero generosamente.
El escenario, rodeado de diamantes y rosas, donde parecía existir la sensación de mesura y sentido de la realidad tendía a evaporarse en un instante, arrastrados por risas alegres, susurros y todos los sonidos de la ruleta.
Saludé a los guardias, que deambulaban cerca de la entrada y miraban por todas partes con ojos de halcón, y luego me acerqué a la mesa de juego de cartas donde el ambiente estaba en pleno apogeo.
Hoy, ¿Cuántas veces corrió alguien a la ventanilla del Banco Phyton para pedir prestado dinero para las apuestas…?
“Dudé si subir o no. Indiscutiblemente fue una buena fortuna haber venido a este lugar.” (desconocido)
Intencionalmente hice una pausa y vacilé en mi sitio ante la voz que escuché justo detrás de mi espalda. Me preguntaba si él estaba aquí.
“Es probable que pronto se convierta en un cliente importante de nuestro casino, Su Alteza. ¿Cómo estuvo hoy?”
“Si digo que estoy sin fondos, ¿me vas a dar otro préstamo?” (Knoxus)
“Eso…”
“Relájate, hoy solo estoy aquí para devolverte el dinero. Solo la mitad. Una parte acaba de irse volando en la ruleta.” (Knoxus)
‘¿En verdad?’ – Giré ligeramente la cabeza para mirar hacia atrás y el rostro de Knoxus inusualmente serio apareció ante mis ojos. La mirada de color púrpura oscuro se desplazó por cada rincón de mi cara tan rápido que apenas pude notarlo.
“Me duele la cabeza por parpadear excesivamente, así que caminemos un poco. Tu oficina parece tener muchos ojos.” (Knoxus)
No me molesté en refutar porque no me importaba a dónde fueramos. <imreadingabook.com> Después de un rato, salimos por la puerta trasera del casino y comenzamos a caminar por el jardín laberíntico con aroma a lavanda.
“Ahora que lo pienso, casi falleces en medio del festival de caza…” (Knoxus)
“Oh, no fue divertido en absoluto. Tan pronto como se fue, hubo una serie de conmociones emocionantes.” – Naturalmente, Knoxus habría oído hablar de los dos incidentes hace mucho tiempo. – ‘¿Cuál le molestaría más?’ – “Los dispararos accidentales son comunes en un coto de caza.”
“Comparado con un accidente por ahogamiento, se puede decir que lo es. Pareces estar en el centro de la conmoción todo el tiempo.” (Knoxus)
‘¿No fue tu culpa la primera vez, hombre?’ – Fingí husmear cerca del observatorio donde fluye la cascada artificial de basalto* y solté una risa torpe.
(N/T: Roca volcánica, de color negro verdoso.)
“No es intencional.”
“De todos modos, debo decir que me alegro de estés a salvo. Es una pena haberme perdido el ver a padre e hija siendo transportados en pareja al medio día. Todo el mundo está alborotado por esa historia, incluso parece ser más interesante que el incidente en que el hermano menor le voló el globo ocular al hermano mayor.” (Knoxus)
“… ¿No vino a devolverme el dinero, Su Alteza?”
Sus ojos se entrecerraron mientras murmuraba aparentemente incómodo, jugueteando con su cabello.
“Te veo algo agitada a diferencia de siempre. ¿Te sientes incómoda con esa historia?” (Knoxus)
“Más que incómoda… No es una historia muy agradable.”
“¿En serio? Bueno, parecía una deseo locamente posesivo más allá de la sobreprotección. ¿No es así?” (Knoxus)
Que lo interpretara de esa manera era prueba de que no sabía nada sobre nosotros. Ni siquiera pensé que lo supiera.
De repente, una extraña sensación de incongruencia surgió como resultado de su risa pretenciosa y su tono de voz. – ‘¿Sabe siquiera con quién diablos está cogido de la mano? Si descubre que está tomado de las manos nada menos que con las personas que mataron a su madre…’
“Semejante forma de hablar…”
“¿No es cierto? ¿Tienes miedo de que alguien lo escuche?” (Knoxus)
“…No es así. Es solo que… No estaba allí. Y la situación era un poco así.”
“Juan dijo que casi te mata. Si no tienes miedo, ¿por qué estás tan inquieta?” (Knoxus)
Como era de esperar, ese amigo Cisco habló detalladamente con este niño. Lo esperaba, pero no importa cuánto lo mires, no es una amistad conveniente.
“Sé que el Príncipe Parke no se lleva bien con mis superiores. Especialmente con el Duque por lo de la última vez…”
“¿Te refieres a la historia de esa ridícula pelea? El Duque es famoso por su alcoholismo y su temperamento, pero aun así, el verdadero peligroso es su hermano menor. ¿No sabes lo que pasó el año pasado? Creo que al menos una persona con un juicio retorcido te lo hubiera dicho.”
Esta vez fue como él había supuesto, pero negué con la cabeza y cambié de tema.
“No estoy interesada en rumores especulativos, Su Alteza. Conozco al Príncipe Serpiente desde que era un niño… Es un buen hombre, como el Duque.”
(N/T: Jaja… Todos son unas serpientes… Sasha es un chiste tratando de hacerse la inocente.)
Knoxus sonrió. No era una risa genuina, sino una sonrisa que se podía hacer cuando escuchabas tonterías que no podías soportar escuchar.
“Si ese bastardo un buen tipo, todos somos santos.” (Knoxus)
“Entonces así es como…”
“Está bien, está bien. Entiendo. Pero ¿por qué tú, trabajando para tipos tan buenos, te ves tan deprimida?” (Knoxus)
“… Es solo que no ha pasado mucho tiempo desde que se cumplió el aniversario de la muerte de mi madre…”
Eso es cierto. El aniversario de la muerte mi madre. Y el aniversario de los padres de Benya y Letis. Estos fueron días significativos que llegaron en un corto período de tiempo, pero ni yo ni ellos pudimos visitar las tumbas de aquellos a quienes extrañamos directamente. Era porque todos nos sentíamos de la misma manera.
‘Todavía no es posible.’
Ni siquiera había podido visitar la tumba de Estelle aún. Cuando todo esto terminara, sería capaz de visitarlos a todos.
Knoxus me miró a la cara por un momento, luego abrió la boca con un tono más suave.
“Ya veo. Tu madre…” (Knoxus)
“Sí. Durante la época de la Gran Plaga… Lo siento. Ha pasado poco tiempo desde la fecha de su aniversario, Su Alteza…”
“Tuve que armar un escándalo. La peste no discrimina el estatus social. Tu madre debe haber sido una buena persona.” (Knoxus)
‘Lo fue. No solo mi madre, sino también el anterior Duque y su esposa eran muy buenas personas. Aunque no fue la peste lo que los mató…’
“La Emperatriz, también… Ella era una buena persona por lo que he escuchado.”
“¿Mi madre? Bueno, no estoy seguro de eso. Puede haber sido así para algunas personas.” (Knoxus)
Mis oídos se aguzaron ante la inesperada acritud en su voz. Cuando abrí mucho los ojos, Knoxus sonrió con una sonrisa torcida y parloteó por su cuenta sobre algo que no había preguntado.
“¿Y tal vez incluso para mi hermano mayor? Para alguien que solía ser una joven de espíritu libre en Pzeya, la familia imperial debe haber sido un lugar bastante sofocante. No lo hice porque quería.” (Knoxus)
“Sin embargo, Su Majestad…”
“¿Se dice que amó tanto a su esposa que ni siquiera pudo soñar con una segunda esposa? Bueno, es verdad. Pero mi madre no pudo. Tan pronto como dio a luz un hijo parecido a su marido, lo abandonó y ni siquiera lo miró. Al contrario, le dio todo tipo de cariño a su hijo mayor, que se parecía a la familia de su madre, excepto por sus ojos.” (Knoxus)
‘La belleza de clase mundial del Príncipe era todo gracias a su madre. Sentí como si la identidad de los resentimientos entre los hermanos fuese vagamente captada.’
Si la razón por la que Knoxus siguió a la amante de su hermano en la historia original…
“Pero creo que debes haber estado triste. Cuando murió…”
“Supongo que fue un poco así. Fue un año muy malo.” (Knoxus)
‘Fue un infierno de año. Para todos nosotros.’ – Esperé un momento y luego abrí la boca con cautela, fingiendo mirar alrededor.
“Bueno, Su Alteza… Lo siento, pero tengo que irme…”
“¿Estás huyendo de nuevo?” (Knoxus)
“No se trata de huir…”
“Te dije que vine a devolverte el dinero. ¿No quieres recibirlo?” (Knoxus)
Murmurando lentamente abrió los ojos, y se acercó a mí. Y di un paso atrás.
“No me importa recibirlo más tarde. Hoy…”
“Ahora que lo pienso, no puedo ver a la chica que estaba agarrada como una sanguijuela a tu alrededor hoy. ¿O es momento de ir a algún lado?” (Knoxus)
“…No diga eso.”
Cuando susurré con voz temblorosa, los ojos morados se estremecieron. Tan pronto como agaché la cabeza y traté de pasar junto a él, su mano rápidamente agarró mi brazo y la rechacé con un gran sobresalto. <imreadingabook.com> El viento hizo que mi bolso cayera al suelo del paseo marítimo.
“Dios mío. Lo siento, Su Alteza. No fue mi intención…”
Mientras estaba perdida y me disculpaba por evitar la mano del Príncipe por reflejo, Knoxus no parecía estar escuchándome en absoluto. No, no parecía estar prestando atención a ese asunto. Su mirada congelada, como si estuviera clavado en un lugar, estaban completamente pegada a nuestros pies.
Para ser exactos, en el contenido que se derramó del bolso de terciopelo. No había nada particularmente digno de mención. Latas de polvo y pintalabios, un bolígrafo y un bloc de notas… Y una pequeña botella de cristal de bayas secas deshidratadas.
Knoxus se inclinó lentamente y recogió la botella de vidrio. Lo estaba haciendo rodar en la palma de su mano durante mucho tiempo, examinándolo de lado a lado. En lugar de especular sobre su identidad, parecía simplemente afirmar que no podía creer lo que veía.
‘No podrías no haberlo sabido, ¿verdad?’
Finalmente volvió los ojos y me miró. Sus ojos estaban tan fríos que era difícil de describir.
“Tú…” (Knoxus)
“…”
“¿Sabes lo que es esto?” (Knoxus)
Mordí mi labio inferior y bajé los ojos.
“Sabe que casi me envenenan. No sé si realmente funciona, pero si alguna vez vuelve a suceder…”
“¿Eso es todo? ¿Por qué estás comiendo esto?” (Knoxus)
‘Exactamente. Tú, el que me envenenó, pareces estar empezando a malinterpretar otra cosa. Una serie de coincidencias como esta es muy interesante entre nosotros.’
“¿Cuánto tiempo has estado comiendo esto?” (Knoxus)
“¿Que importa eso?”
“¿Qué importa? Esto es una locura. ¿Tienes idea de lo malo que es esto para tu cuerpo?” (Knoxus)
Esto es como un gato preocupándose por un ratón. Es como tomar veneno, pero ¿no puede ser bueno? Valentina me advirtió que no lo tomara por más de tres semanas.
Hubo un momento de silencio. Durante el largo silencio, Knoxus simplemente me miraba como si quisiera destrozarme. No, en lugar de mirarme, parecía más como si estuviera tratando de controlar sus sentimientos por alguien que no estaba aquí. Cuando los ojos morados se oscurecieron, la apariencia hirviente fue realmente aterradora.
Después de mucho tiempo, finalmente dejó escapar un gruñido.
“Ja… Lo esperaba, pero no conjeturé que fuera tanto.” (Knoxus)
“Por favor, devuélvame eso.”
“¿Por qué, estarías en problemas otra vez si esto desapareciera?” (Knoxus)
“Su Alteza…”
“No sé si queda alguna razón por la que no debería matar a ese bastardo.” (Knoxus)
‘No es que no lo hagas, es que no puedes.’ – Tratando de tragarme la risa, negué con la cabeza.
“No haga eso. No sé lo que está malinterpretando, pero… Él realmente es muy amable conmigo.”
“¿Es amable contigo?” (Knoxus)
(N/T: Por si no entienden Knoxus cree que Benya esta obligando a Sasha a tomar las bayas con el objetivo de crearle inmunidad.)
Knoxus estuvo a punto de romper la botella en pedazos en el acto, pero afortunadamente logró controlarse. Mientras recogía mi bolso y guardaba las cosas en su lugar, él solo me miraba con una expresión tranquila y apagada en su rostro.
“Su Alteza, entonces tengo que irme temprano hoy…”
“Sí, ese bastardo debe estar esperándote, sin duda.” (Knoxus)
“Su Alteza…”
“Parece que te meto en problemas cada vez que nos encontramos. ¿Sería mejor no estar cerca de ti en absoluto?” (Knoxus)
“Eso no es cierto. Yo… disfruto ver a Su Alteza.”
Mientras estiraba mis palabras y añadía un poco más, sus ojos morados parecieron temblar un poco. La mirada que me miraba directamente a los ojos era bastante fría, pero los ojos agudos se contraían con una emoción seria y feroz.
“No puedo sacarte de allí, aunque quiera.” (Knoxus)
“…”
“Si algo me pasa… Maldita sea, la próxima vez nos encontraremos fuera del nido de las serpientes. No te sorprendas demasiado si un mendigo que parece que se está cayendo mientras andas en bicicleta por la calle de repente te habla.” (Knoxus)
‘Espero que esa persona de aspecto inferior sea una persona distinguida de Fibonacci.’
“Pero ¿qué pasa si me asaltan?”
“No hay nadie que pueda robarte en las calles de la Ciudad Imperial. ¿No lo sabes?” (Knoxus)
Knoxus, que añadió amargamente, me tomó suavemente por el hombro por última vez y se dio la vuelta. Ojos llenos de tristeza y arrepentimiento. Esperé un rato, recogiendo lavanda hasta que él estuvo completamente fuera de mi vista, y luego salí de allí con un montón de flores en mis brazos.
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