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UGOE – 191

01/12/2025

Cap. 191

 

A los catorce años, Ko Woojin luchaba por aceptar las etiquetas que repentinamente definían su vida: un Ésper de rango S y heredero de Ko Youngchang, CEO de una multinacional farmacéutica y de dispositivos médicos.

 

Como una boya a la deriva en el mar, vagó sin rumbo, hasta que un día, Ko Woojin conoció a ‘ese tipo’.

 

“Como era de esperar, el hijo del Ésper de élite Seon Minyeol es diferente.”

 

Un niño de la misma edad con una mirada indiferente, pero que miraba a su padre con devoción. Un Guía que calmó al instante la inestable onda de Ko Woojin.

 

La onda del chico que tocó por primera vez el mundo precario, que era como un cascarón vacío o una pupa sin capullo, era tan suave como el plumón. Esa fue la primera impresión que Ko Woojin tuvo de Seon Jaechan.

 

* * *

 

“¿Qué pasa? ¿Tienes algún problema?”

 

Seon Jaechan, con su mandíbula afilada levantada desafiante, preguntó cuando sus miradas se encontraron.

 

Un Guía de clase A nacido inesperadamente en una familia tradicional de Éspers, hijo de un héroe de la Unión. Había un titulo más que seguía a Seon Jaechan, de catorce años: ‘el joven maestro exigente con sus amigos’.

 

Tras el día en que conoció a Seon Jaechan, Ko Woojin, quien solía visitar la Oficina de Guías para ser guiado, comprendió perfectamente este dicho. Porque él mismo era una de las personas con las que Seon Jaechan era tan exigente.

 

“Te pregunté si tenías algún problema.»

 

Ko Woojin quedó estupefacto ante la confianza del otro. Seon Jaechan no tenía ni idea de qué sus pensamientos se podían transferir al Ésper durante sus sesiones de guía, pero actuó con una confianza inquebrantable.

 

Era cierto que al Guía le disgustaba Ko Woojin. A veces se le transferían los pensamientos de Seon Jaechan durante la guía, y las ideas que surgían en cada ocasión eran las siguientes:

 

‘Sólo porque eres un Ésper, piensas que eres lo mejor.’

 

‘Yo también quiero ser un Ésper.’

 

‘Ah, me odio por pensar así.’

 

‘Odio a este bastardo aún más por hacerme pensar así.’

 

‘¡Joder, qué alto es! ¡Y qué cara tan bonita tiene…!’

 

Estos eran los pensamientos principales. Y la idea que más recordaba era:

 

‘Realmente odio ser guía.’

 

Por lo tanto, cada vez que Ko Woojin se encontraba con la aversión de Seon Jaechan, pensaba que definitivamente era una de las personas que él estaba «filtrando.»

 

Sin embargo, algunas personas que no entendían la situación parecían verla de otra manera.

 

“Tu Guía se está peleando a puñetazos por allá… Deberías detenerlo.”

 

Quizás su relación parecía cercana desde afuera. En ocasiones, quienes no podían controlar a Seon Jaechan recurrían discretamente a Ko Woojin en busca de ayuda.

 

Ese día, Ko Woojin fue convocado de nuevo al aula del edificio de humanidades tras recibir un informe urgente de que Seon Jaechan estaba discutiendo con alguien. La principal razón por la que el Guía se veía involucrado en situaciones problemáticas solía ser el grupo de Gyeong Changhyun, a quien se aferraba como un buen amigo.

 

«Oye, tu Ésper está aquí.»

 

Dijo el chico más bajo del grupo de Gyeong Changhyun, dándole un codazo a Seon Jaechan. Al mismo tiempo, sus miradas se cruzaron con las de los estudiantes del programa de formación de guías.

 

Los estudiantes que habían estado gritando a todo pulmón se callaron como si les hubieran echado un jarro de agua fría. Quizás debido al físico de Ko Woojin, que había crecido significativamente durante el último año, este tipo de ambiente se instalaba cada vez que intervenía.

 

Cansado de las situaciones repetitivas, el Ésper levantó la mano ligeramente y la movió, indicándole a Seon Jaechan que saliera rápido. Él, visiblemente molesto, soltó una pequeña maldición mientras pasaba por el podio al frente del aula y se acercaba.

 

Y luego tomó la mano que se movía de Ko Woojin. No era una mano ofrecida para ser sostenida… ¿por qué la tomó?

 

Al sentir las delicadas articulaciones bajo su palma, Ko Woojin olvidó su irritación y se puso muy nervioso. Sin embargo, como el rostro de Seon Jaechan parecía bastante ofendido, como el de un niño regañado por un adulto. Mientras le sujetaba la mano, el Ésper empezó a caminar con calma, como si esa hubiera sido su intención desde el principio. Mientras lo seguía, Seon Jaechan murmuraba.

 

“No es mi culpa, esos cabrones empezaron primero…”

 

Después de eso, no fue solo una o dos veces que Seon Jaechan tomó la mano de Ko Woojin.

 

Como antes, al sacarlo de peleas o al necesitar recuperar las pertenencias de alguien que Seon Jaechan supuestamente había tomado durante una discusión, Ko Woojin le extendía la mano, y el Guía, aunque desconcertado, la ponía sobre la palma del Ésper.

 

Llegó al punto en que incluso Gyeong Changhyun rió disimuladamente, diciendo.

 

«¿Qué te pasa? ¿Eres un cachorrito o algo así?»

 

Solo entonces Seon Jaechan se dio cuenta de lo extraño de su comportamiento y reaccionó con irritación, diciendo.

 

«¡Es por la guía! ¡La hacemos de la mano!.»

 

A partir de entonces, intentó evitar agarrar la mano de Ko Woojin innecesariamente.

 

Esas pocas experiencias dejaron una gran huella en la mente del Ésper. Después de todo, Seon Jaechan rodeaba los hombros de Gyeong Changhyun con el brazo o lo abrazaba, pero nunca le tomaba la mano.

 

¿Podría ser que Seon Jaechan pensaba en él como alguien especial?

 

Sin embargo, la ilusión no tardó en desmoronarse. Fue durante una de las sesiones de guía habituales, tras encontrar a Seon Jaechan deambulando por el centro. La puerta de la sala de guías se abrió de golpe sin llamar, y Jeong Yeonoh irrumpió.

 

“Como pensaba, ya estabas aquí. Hoy voy a ver a Eunsoo-Hyung, ¿quieres acompañarme?”

 

Seon Jaechan respondió rápidamente y secamente.

 

«No.»

 

“¿En serio? Pensé que te gustaría ver a Hyung todos los días.”

 

Mientras murmuraba sobre si todos los verdaderos hermanos eran así, Jeong Yeonoh de repente notó las manos aún unidas de Seon Jaechan y Ko Woojin.

 

“Oh, Eunsoo-Hyung se alegraría de ver esto. Le preocupaba que pareciera que no te gustaba guiar.”

 

Por un momento, las tranquilas cejas de Seon Jaechan se crisparon.

 

“No, yo odio guiar.»

 

“¿En serio? Aunque parece que te gusta guiar a Ko Woojin.”

 

“¿Cuántas veces tengo que decir que no? Si no fuera por la petición de mi padre, ni siquiera miraría a este tipo.”

 

Seon Jaechan levantó la mirada y señaló con la barbilla hacia Ko Woojin.

 

“Sin importar su rango, odio a todos los Éspers.»

 

Ko Woojin, quien había estado recibiendo guía, parpadeó de repente.

 

‘Es terrible.’

 

El pequeño pensamiento de Seon Jaechan había entrado en su mente. Aunque fue fugaz, se le quedó grabado como un cristal afilado. Pronto, los labios de Ko Woojin se apretaron.

 

‘Yo también te odio.’

 

Ko Woojin, de quince años, se sintió ofendido. ¿Por qué los pensamientos de ese tipo se transmitían libremente mientras que los suyos no? El Ésper apenas pudo contenerse para no querer protestar innumerables veces hacia el Guía, que se fue sin ningún apego persistente después de terminar de guiarlo.

 

* * *

 

Por alguna razón, después de ese incidente, Seon Jaechan empezó a evitar incluso guiarlo. Su rechazo público a Ko Woojin también se intensificó. Fiel a su naturaleza de no importarle que sus pensamientos se hicieran públicos, hablaba con indiferencia, independientemente de si Ko Woojin estaba presente o no. A veces, como si quisiera que alguien lo escuchara.

 

“En tus palabras, no importa cuán comunes sean los Guías, soy un objeto raro para Ko Woojin, ¿no?”

 

Seon Jaechan le estaba diciendo a sus amigos idiotas.

 

“Soy el único Guía con una alta tasa de compatibilidad con él. Así que puedo hacer lo que quiera.”

 

Al principio, Ko Woojin desestimó los comentarios petulantes de Seon Jaechan, considerándolos insignificantes, pero con el tiempo, empezaron a cansarlo. Era una distorsión derivada de un desequilibrio emocional. El sentimiento de ‘No te considero así, ¿por qué me tienes tan mal?’.

 

Por supuesto, el Ésper no lo sabía porque Seon Jaechan no se lo había dicho. No podía saber que él estaba muy nervioso por lo que Jeong Yeonoh le contaría a su hermano, que era inmaduro y tonto con tan solo quince años, y que Ko Woojin también era demasiado joven para comprenderlo.

 

Así fue como ambos comenzaron a distanciarse poco a poco.

 

Pasaron un año, dos años, e incluso al entrar en el tercer año, Seon Jaechan seguía evitando la guía de campo y descuidando a Ko Woojin, demostrando personalmente coherencia en sus palabras y acciones. Solo le permitía disfrutar de breves momentos de guía, como si le hiciera caridad.

 

“De todos modos no puedes prescindir de mí.»

 

Enfatizando con arrogancia cada vez que, después de todo, él era la única opción. Solo después de repetir decenas, cientos de pequeñas renuncias, Ko Woojin finalmente lo entendió.

 

‘Soy una existencia fuera de tu círculo.’

 

Sin embargo, lo que Ko Woojin no podía entender era el hecho de que mientras Seon Jaechan lo alejaba, seguía intentando involucrarse.

 

“¿Escuché que ese chico Seon volvió a intimidar a tu novia?”

 

Era el año en que Ko Woojin cumplió veinte. Él, acostumbrado a encontrar y sacar las pertenencias de sus novias del casillero de Seon Jaechan apenas un día después de empezar a salir con ellas, suspiró ante la pregunta de Kim Geunwon.

 

‘¿No era yo alguien fuera de tu círculo?’

 

Ko Woojin no entendía por qué, mientras le impedía cruzar ciertos límites, el propio Seon Jaechan se sentía libre de entrometerse con él tan imprudentemente. ¿Acaso lo hacía creyendo en el poder de la tasa de compatibilidad, como decía? Siendo una existencia que solo podía estar ligada a ese tipo, ¿acaso intimidaba a inocentes a su antojo?

 

«¿No crees que le gustas a ese chico Seon?»

 

Fue entonces cuando Kim Geunwon hizo una pregunta absurda.

 

“¿De verdad lo crees?”

 

Preguntó Ko Woojin, cerrando de golpe el casillero de Seon Jaechan. Después de un momento, Kim Geunwon murmuró:

 

“No. Si te gusta alguien, deberías tratarlo bien.”

 

Ko Woojin pensaba lo mismo. A Seon Jaechan no le gustaba. Los pensamientos ocasionales que surgían durante los escasos momentos de guía que recibía, como si el Guía le estuviera haciendo un favor, eran similares. Para ese tipo, no era alguien a quien caerle bien. Era un objeto para poseer o codiciar.

 

Ko Woojin conocía bien esas emociones. Las emociones que Ko Youngchang y los investigadores solían mostrar durante su infancia como sujeto de experimentación. La mirada al ver un objeto valioso. La codicia y la posesividad.

 

* * *

 

Seon Jaechan no sólo cometía actos que rozaban el crimen contra personas cercanas a Ko Woojin, sino que, inexplicablemente, incluso llegó a aliarse con la directora Yoon Seomi. Esta fue la gota que colmó el vaso para Ko Woojin, quien decidió que ya no toleraría el comportamiento del Guía.

 

Sentía que si seguía descuidando la situación, Seon Jaechan podría convertirse en un verdadero criminal.

 

La decisión llegó en el verano del año 578. Ko Woojin, quien acababa de rechazar la novena confesión de una funcionaria que decía ser su admiradora, se embarcó en una misión de exterminio de piratas. Poco después, Seon Jaechan llegó a su oficina borracho y cometió atrocidades bajo el pretexto de una confesión.

 

Ko Woojin, quien fue llamado inmediatamente a un lugar de extinción de incendios tras completar su misión, reconoció que su estabilidad de longitud de onda había disminuido significativamente.

 

“No puedes prescindir de mí… ¿verdad?”

 

La voz de Seon Jaechan tembló levemente, su mirada obstinada vaciló como si lo desafiara. Ko Woojin se burló amargamente de sí mismo. Incluso al mirar al Guía – quien se había convertido en un joven deslumbrantemente hermoso, con sus rasgos delicados, comprendió por qué su familia lo había colmado de tanto amor, criándolo como a un pequeño emperador mimado.

 

En cualquier caso, las palabras de Seon Jaechan también eran ciertas.

 

Era muy bueno guiando. Aunque Ko Woojin lo apartaba cuando lo tocaba descuidadamente desde que eran adultos, al final tuvo que aceptar parte de ese contacto porque era muy efectivo.

 

Sin embargo, justo cuando Ko Woojin comenzaba a desearlo debido a la sensación de que sus vías respiratorias se limpiaban, Seon Jaechan siempre se alejaba como si todo fuera una mentira.

 

Esta vez no fue diferente. A diferencia de su voz cariñosa que lo llamaba «Woojin-ah» y su actitud de abrazarlo primero, Seon Jaechan retrocedió un paso caprichosamente. Como si trazara una línea que dijera «Hasta aquí y no más allá.»

 

Como si temiera a una bestia salvaje que se recuperaría y se iría en cuanto bebiera agua. Aun sabiendo que Ko Woojin seguiría muriendo de hambre si le quitaba el cuenco ahora, Seon Jaechan salió de la sala de guía con una sonrisa.

 

 

* * *

 

En septiembre de ese mismo año, Ko Woojin atravesaba una situación bastante difícil. El plan, largamente planeado para atrapar a Yoon Seomi, estaba fracasando.

 

[No me contactes.]

 

Gyeong Hyein, quien lo estaba ayudando, desapareció repentinamente después de dejar solo un breve mensaje de texto.

 

Él sabía la razón. En agosto pasado, Ko Woojin también sufrió un incidente desgarrador.

 

Kim Geunwon recibió un disparo. Gyeong Hyein, quien afirmaba conocer a Kim Geunwon de antes, solía poner como condición en sus tratos que Ko Woojin actuara ocasionalmente como puente entre ella y Kim Geunwon.

 

“Preséntame a Kim Geunwon. Oí que va a crear un canal de YouTube. ¿No necesita patrocinio?”

 

Pero todos los intentos de Gyeong Hyein se vieron frustrados. Porque Kim Geunwon había fallecido.

 

Ese día, cuando un desequilibrado mental que había secuestrado a un Guía del Equipo 5 le apuntó con un arma a Kim Geunwon, Ko Woojin se encontraba en el mismo lugar, pero no pudo protegerlo. Gyeong Hyein había estado evitando al Ésper desde que se enteró de esto. Parecía guardarle cierto resentimiento.

 

Y poco después, Ko Woojin se vio involucrado en otro incidente marcante. Ocurrió en la sede del Grupo de Trabajo para la Prevención de Alborotos de la Isla Mentosa.

 

 

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